30/04/2016

Argentina

La tortuga encabeza el ránking de los animales más traficados ilegalmente en Argentina

Especialistas explicaron que el 80 % de los animales que se trafican en el país son autóctonos, la mayoría proviene de las provincias del norte.

La tortuga terrestre encabeza el ranking de los animales más traficados en forma ilegal en la Argentina, práctica que constituye el tercer negocio más lucrativo a nivel mundial y mueve 180.000 millones de dólares por año (solo es menos rentable que la venta de armas y drogas), según informó a Télam personal de la Dirección de Fauna Silvestre, en la semana de celebración del Día del Animal.

A la tortuga la siguen el loro, el tucán, el flamenco, los monos y las pequeñas aves “Rey del Bosque” y “Siete Cuchillos”, según dan cuenta los procedimientos durante los cuales, entre 2012 y 2014, se decomisaron 8.000 animales, informó la Fundación Temaikén.

No obstante, la cifra es mucho mayor ya que las provincias también decomisan y no existe una estadística a nivel nacional. "La problemática del tráfico ilegal va creciendo y mutando de lo que eran las bocas de expendio tradicionales, porque se vende más a través de las redes sociales y la web", explicó a Télam Ricardo Negreira, coordinador de Fiscalización de la Dirección de Fauna Silvestre.

Negreira añadió que es muy difícil saber cuánto dinero hay en juego en el tráfico de animales en Argentina: “como las especies no tienen valor de mercado, el valor se los da la demanda”, destacó. Del otro lado del negocio las consecuencias son desastrosas: de cada 10 ejemplares capturados para su venta ilegal, sólo uno sobrevive.

“Muchos animales se mueren en la captura o durante el cautiverio que padecen antes de llegar a destino. Por ejemplo, muchas veces hay que matar a todo el grupo familiar de un mono para cazar un monito vivo”, relató el funcionario.

En tanto, la coordinadora de Programas de Conservación de Especies Amenazadas de Temaikén, Paula González, explicó que el 80 % de los animales que se trafican en el país son autóctonos, y que la mayoría proviene de las provincias del norte, como Santiago del Estero, Chaco, Misiones y Formosa. Otros animales ingresan desde Paraguay y Brasil, transportados por vía terrestre de las más variadas formas: “desde cajas hasta termos, donde se suelen esconder las crías de los monos carayá”, detalló González.

En el caso de Tucumán, el principal problema es que "la gente produce daños a la fauna por la caza y por trampeo, para luego vender los animales ilegalmente", según explicó a La Gaceta Diego Ortiz, encargado del área de Rehabilitación de fauna de la Reserva de la UNT. Además advirtió que dicha acción "es un delito" y que "ningún tipo de tenencia y venta de animales silvestres está habilitado. En Tucumán es muy común ver gente que en el centro vende catitas y tortugas, y eso es ilegal", remarcó.




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