No se sabe aún quién se hará cargo de los pasajeros por el cierre del aeropuerto

Lo mismo que ocurrirá en el aeropuerto Benjamín Matienzo (TUC) entre el 1 de junio y el 1 de septiembre sucedió entre el 7 de septiembre y el 7 de diciembre del año pasado. Tres meses, el aeropuerto internacional de Mendoza, Gobernador Francisco Gabrielli (MDZ), estuvo cerrado por trabajos de mantenimiento en la pista y otras refacciones. 

Cuando eso ocurra, los vuelos con destino a Tucumán operarán desde el aeropuerto de Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero. Las aerolíneas ya avisaron que no se harán cargo del costo de los traslados terrestres de los pasajeros desde y a hacia esa ciudad. Por ese motivo, se encendió la luz de alarma en el Gobierno tucumano.

En el caso de Mendoza, los vuelos desde y hacia esa ciudad se repartieron entonces en tres aeroestaciones cercanas: San Rafael (en la misma provincia, a 230 km de la capital); y en las provincias vecinas de San Juan (a 170 km de la ciudad de Mendoza) y San Luis (260 km). Para cubrir esos desplazamientos, el Ministerio de Transporte de la Nación puso colectivos gratuitos desde la Terminal de Ómnibus de Mendoza. De esta manera, los viajeros tuvieron que invertir un poco más de tiempo para volar, pero no más dinero.

Tanto las aerolíneas como el Gobierno de Tucumán apuestan a que se dé un trato equitativo a los pasajeros que lleguen o partan del aeropuerto tucumano. Sin embargo, hasta el momento la Nación no ha dado señales concretas de que lo vaya a hacer de esa manera, a pesar de que el anuncio de las refacciones se conoce desde el año pasado.